Jack y Annie quieren salvar a Morgana, la dueña de la casa mágica del árbol. Para eso, tienen que encontrar cuatro objetos. Ya tienen dos. El tercero tendrán que ir a buscarlo a la Edad de Hielo.
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Jack y Annie quieren salvar a Morgana, la dueña de la casa mágica del árbol. Para eso, tienen que encontrar cuatro objetos. Ya tienen dos. El tercero tendrán que ir a buscarlo a la Edad de Hielo.
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¿Os ha perseguido alguna vez un... ¡brrr! Tiranosaurus Rex? ¿Os habéis perdido en alguna ocasión en el desierto en busca de la pirámide de Keops? ¿Y habeís intentado asediar un castillo medieval? ¡Yo sí, y cómo! Todo empezó así, precisamente así: el profesor Voltio me invitó a partir en un Viaje en el Tiempo con mi familia. ¡Diplodocus, estegosaurios y bosques prehistóricos! ¡Momias, faraones y pirámides! ¡Castillos, caballeros y damiselas! ¡Ah, cuántas morrocotudas aventuras me esperaban...!
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¿Os gustaría correr en una biga frente a Julio César? Qué emoción... ¿Os gustaría conocer los secretos de las pirámides mayas? Qué misterio... ¿Os gustaría bailar a la luz de las velas en el dorado palacio real de Versalles? Qué maravilla... ¡Partid conmigo a un increíble y superratónico Viaje en el Tiempo que os quitará el hipo! ¡Palabra de Stilton, Geronimo Stilton!
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Queridos amigos roedores, ¿os acordáis de mis viajes en el tiempo? Esta vez, el profesor Voltio nos ha llamado a su laboratorio secretísimo para enseñarnos su último invento, ¡la puerta del Espacio-Tiempo! ¡Con sólo cruzarla hemos llegado a nuestro destino! ¡Cuántas aventuras! Hemos visto mamuts y conocido a filósofos de la Grecia antigua y genios del Renacimiento... ¡Qué emociones tan superratónicas!
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"Partid conmigo en el increíble, trepidante y superratónico ¡cuarto VIAJE EN EL TIEMPO! ¿Os ha llegado alguna vez una petición de socorro desde el pasado? ¡A mí sí, de mi amigo Voltio! ¡Entonces subí a bordo del Tempix, la nueva máquina del tiempo, para ir en su ayuda! Así fue como conocí a Cleopatra, la reina de Egipto, al gran Gengis Kan, al poeta Dante Aligheri, a Isabel I de Inglaterra, a Shakespeare y también al feroz corsario Francis Drake... ¡Brrr, qué canguelo felino! "
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