Los Rolling Stoves son la banda del momento, ¡van a tocar en Baskerville! Bea, la más rockera de las hermanas Bat, parece haber perdido la cabeza: no sólo se comporta como la fan más alocada sino que, además, ve fantasmas. Está convencida de que hay uno rondando la mansión donde se hospeda el grupo...

Jerry encuentra un viejo piano en el desván de su nuevo hogar y sus padres tienen la buena idea de pagarle unas clases de música. A él le parece genial, pero enseguida advierte que hay algo perverso en el profesor Tetrikus. Algo realmente maléfico. Entonces empieza a oír historias terroríficas sobre los alumnos de la academia de música y sobre el profesor Tetrikus, sobre chicos que entraron a tocar el piano y que nunca volvieron a salir.

El mundo se divide en dos tipos de personas: los genios y los demás. Eso es lo que dice mi madre. Entre los genios se encuentra mi hermano. Entre los demás me encuentro yo. Esto mi madre no lo dice así, pero yo sé que lo piensa. Yo también lo pienso, la verdad. Me llamo Lola, tengo 10 años y me gusta el fútbol.

Mozart medía sólo un metro y medio, pero la mayoría de los músicos no le llegaba ni a la suela de los zapatos: desde que tenía cinco años componía música, lo mismo del derecho que del revés. Claro, que lo tenía fácil, porque había nacido con toda una orquesta dentro de la cabeza. Así que no podía pensar en otra cosa que no fuera la música. Hasta se cambió su nombre por otro más melodioso: Amadeus.

En un lugar, por encima de las nubes, vivía el Señor de los Ruidos con su esposa, la Señora de los Sonidos y su hijo, el pequeño Runrún Cataplum. Lee este cuento y sabrás por qué se llamaban así.