Una noche, la abuela Sara tiene un sueño, y ella sabe que sus sueños se suelen cumplir. El viernes, justo cuando el muecín llame a la oración, Sara morirá. Por eso avisa a sus familiares y comienzan con los preparativos del entierro. Liana es la nieta predilecta de Sara y comparte con ella el amor a los caballos. Así que la abuela decide regalar su yegua, Sara II, a la niña. Llega el día señalado, pero la abuela no muere. El pueblo entero se alegra de que no se haya cumplido su sueño. Al poco tiempo, descubren que Sara II está preñada.
Ver Ficha