Una noche Chis se asoma a la ventana y ve al monstruo de la lluvia. Todos los niños lo temen, porque por las noches el monstruo recorre la ciudad, se mete en las casas y secuestra a los niños para después comérselos. Chis decide salir a la calle con su paraguas rojo y seguir al monstruo. Su persecución lo lleva a una alcantarilla donde hay muchos otros niños secuestrados por el monstruo. Allí Chis con la ayuda de su paraguas mágico y de la alegría de los demás niños consigue acabar de una vez por todas con el monstruo de la lluvia.

Una vieja estación abandonada; un hombre vestido de negro que desaparece por un túnel; una anciana en silla de ruedas jugando con una videoconsola. Bice tiene once años, pero no sabe cómo ha llegado hasta allí. Y lo que es peor: ¿quién o qué es ese gran gato de ojos brillantes que la sigue?

¡¡¡Hola!!! Soy Bat Pat. Os voy a contar una historia que os pondrá los pelos de punta... ¿Estáis preparados? ¡Por todas las calaveras! A los hermanos Silver se les ha ocurrido un plan de miedo para estas vacaciones: visitar una isla habitada por piratas fantasma, sobre quienes cayó una terrible maldición. Me da a mí que esto huele a problemillas de los buenos...¡¡¡Socorro!!!

Cuando Adrián comienza a trabajar como mensajero en O raio veloz, descubre su vocación. Así, a la menor ocasión, «modifica» los envíos que le encomiendan: mejora las notas de una profesora o cambia los productos de una cesta navideña destinada a un hombre gordo por alimentos saludables. Lo que no sabe es que él también empezará a recibir envíos y mensajes... El Rayo Veloz ofrece al lector una inmejorable versión del Robin Hood urbano.

Roma, la ciudad eterna, es un museo de arte e historia al aire libre. Los Cazadores de Pistas, los detectives más reconocidos de Europa, han ido allí a pasar unas pequeñas vacaciones culturales. Además, el Coronel Green quiere que Anabel Vamp y Sparks conozcan a su viejo amigo Umberto Andollini, un gran inventor multimillonario al que hace años que no ve. Pero cuando logran dar con él, se dan cuenta de que Andollini no está bien de la cabeza: cree ser Leonardo da Vinci y, además, en su locura imagina que el Coronel es su archienemigo Miguel Ángel y quiere acabar con él...