Imagina los más delicioso pasteles en los que puedas pensar, añade una niña con un talento especial para meterse en problemas y mézclalo con el aire de Brooklyn. Y, sobre todo, antes de hornearlo, échale una pizca de polvo mágico... Meg quiere que todo el mundo a su alrededor esté contento, incluido su padre Robert, que últimamente no hace más que trabajar. Afortunadamente, ella conoce el remedio perfecto: preparar un dulce... ¡de la alegría! Con ayuda de Flo y Theo, Meg va en busca del ingrediente mágico. Pero la búsqueda será más difícil de lo previsto, y traerá grandes sorpresas...
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