Gaturro se despierta una mañana y descubre que su familia actúa de un modo muy extraño. El padre, en el jardín y a gritos, persigue a una rana con un cuchillo, un tenedor y un frasco de mostaza picante para condimentarla; Luz y Agustín, vestidos de fiesta, bailan y ríen como locos sobre el sofá, mientras la madre, arrodillada frente a la lavadora, intenta meter en el tambor una bandeja con carne, cebollas, pimientos y patatas. Gaturro está totalmente desconcertado y corre a buscar ayuda.
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