Una noche, Papá León fue a visitar al pájaro carpintero y le encargó una máscara ligera como una pluma, fría como el odio y roja como la ira.

Marcela vive con su abuela, la castañera, y una muñeca de trapo desgastada por el tiempo y los abrazos. En Navidad, la abuela monta su puesto frente a la juguetería y, entre el ir y venir de gente comprando regalos, no puede dejar de mirar en el escaparate la muñeca de porcelana que querría regalarle a su nieta. Un día un hombre entra en la juguetería y al salir, apurado, deja caer un paquete: la muñeca de porcelana. A Marcela le gustará, pero no tanto como su abuela esperaba...

Mukele vive en África, a los pies del Kilimanjaro, en una aldea muy pequeña que no tiene ni nombre. Es hija de pastores y, con el paso del tiempo ella también se dedicará a conducir el rebaño por la Sabana. Y a obedecer con temor al brujo Amwilu, aunque ya nadie se cree en serio lo de la brujería. Pero Amwilu sí tiene un cierto poder... y el poder en manos equivocadas no trae nada bueno. A Mukele le lanzarán una maldición que solo podrá vencer con esfuerzo y ayuda. Y mucha, mucha suerte.

Todos los habitantes de Fuente Calamidades adoran la pastelería Bliss, y lo hacen por una sencilla razón: las recetas de todos sus productos son mágicas y provienen de un poderoso libro que ha estado en la familia durante años. De hecho, el primer Bliss en utilizar el libro es responsable de haber hecho un pastel de chocola te sin harina que acabó con la Edad Media. Pero sobre todo la magia de la pastelería es la responsable de que en Fuente Calamidades todo el mundo sea feliz.

La famosa Rapunzel nació en tierras argentinas. Y no es que lo diga yo... ¡me lo contó una vecina! Resulta que una pareja que se amaba con pasión, deseaba tener hijos: veinte, treinta... ¡un familión!