Entre los exploradores de América se tuvo por cierta, durante tres siglos, la existencia de un fabuloso reino en el que podrían obtener grandes riquezas, gloria y renombre aquéllos que lo encontraran. Por eso fueron numerosísimas las expediciones que partieron en busca del Dorado, y muchas fueron, también, las vidas que este sueño se cobró. Aún así, la persecución del inalcanzable fantasma cumplió una importante función histórica: la ampliación de la información geográfica y etnográfica del Nuevo Mundo.
Ver Ficha