Las princesas pueden ser de muchas maneras. Las hay deportistas, cursis, gruñonas, alegres, osadas... Algunas se juntan y... ¡BUM! Se convierten en dragón. Las princesas dragón piensan que Gumi está en peligro, por eso deciden refugiarse en casa de Nuna: el palacio del Reino del Este. Pero las cosas nunca son lo que parecen, y allí el pequeño dragón también correrá riesgos. Porque lo acusan de ladrón y, encima, tiene un doble y, por si fuera poco, aparece Lilia, la encantadora prima de Nuna, con sus bucles rojos y su misteriosa magia...
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