La prima Amparín se ha caído de un batacazo y lleva el brazo en cabestrillo. ¿Quién se ocupará ahora de la granja?. EL señor Cantalombardi está encantado de ayudarla, y también Elena. Pero ¿y Martín?¿Quién le iba a decir al pobre que acabaría vestido como un granjero y ordeñando una vaca?
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