¿Y si las historias para niños fueran lectura obligada para los adultos?¿Seríamos realmente capaces de aprender lo que desde hace tanto tiempo, venimos enseñando? Un bello relato para niños...y para adultos, escrito por José Saramago.

Ernesto es un niño de seis años y aunque es adoptado, sabe que sus padres verdaderos no podían cuidar de él, pero sí está seguro de que sus padres adoptivos le quieren muchísimo.

Aquel niño se pasaba las horas subido a un gran árbol. Su madre le gritaba desde la ventana: ¡eres un niño terrible! Y así, un día tras otro, todos los días, de todos los meses del año, hasta que el niño acabó por olvidar su verdadero nombre. Pero un día extraño de mayo, el niño terrible encontró en la copa del árbol un pequeño huevo de pájaro...

Érase una familia que vivía en una isla menguante y que su padre era pirata. La mujer era Cartógrafa, el padre miraba desde un catalejo por si venían otros piratas, pero no venían; y los dos hijos se pasaban el día en ocupaciones tontas. Cuando se les cayeron los primeros dientes, su padre les regaló a los dos una escopeta. La niña la perdió primero, no se acordaba de donde la puso; mientras que al niño, le florecía, y su padre le regaló la suya, pero también le floreció, y la tiró al mar.

Todo empezó un caluroso día de verano a las cuatro en punto de la tarde. Sólo están en el parque Raúl y sus amigos jugando al baloncesto cuando, de pronto, encuentran aquella maleta ...