Xía Tenzin, el hombre más alto del mundo, que vive en las montañas más altas del mundo, no puede ver el mar y desconoce el paradero de su padre. Emprenderá una travesía en la que le esperan tormentas devastadoras, una bailarina milagrosa, misterios bajo el hielo... Éste es su viaje desde las cumbres del Tibet hasta el océano: accidentado, lleno de riesgos y, sobretodo, maravilloso.

Los Grumos, esos simpáticos e inteligentes seres que habitan en el bosque, son los protagonistas de esta sugerente historia. Dicen que son parecidos a las ranas pero que caminan erguidos.

¡Un galeón, un tesoro, una isla! ¡Qué increíble aventura por los mares del trópico! Todo empezó con una carta perfumada de lavanda que mi tía Lupa mandó a sus tres sobrinos. Cuando partimos, nadie podía imaginar cómo acabaría aquel viaje...

¿Pero quién era ese condenado Pampinoplas que a nadie dejaba tranquilo? Todo el pueblo, con el Alcalde a la cabeza, temblaba de miedo. ¡Ah! pero ahí están Poliche y el abuelo, con su genial bicicleta y sus mil aventuras, dispuestos a descifrar el enigma.

¡Por fin Alcestes tiene teléfono! Lo malo es que grita mucho, bueno, más bien "berrea" por el auricular y no se entera de lo que le dices. Al pequeño Nicolás, con tanta llamada y tanto grito se le ha enfriado la sopa. Y su padre le ha quitado el teléfono para siempre.