La imagen de papá y de Frídolin que se reflejaba en el espejo era la misma de todas las mañanas: espuma de dentífrico, espuma de afeitar y pelos revueltos. Justo en ese momento, papá soltó un verdadero disparate: <
La imagen de papá y de Frídolin que se reflejaba en el espejo era la misma de todas las mañanas: espuma de dentífrico, espuma de afeitar y pelos revueltos. Justo en ese momento, papá soltó un verdadero disparate: <
A veces a los mayores no hay quién los entienda. Fíjate: el otro día, mi abuela llegó a casa, dijo que venía muerta y se sentó en una silla.... ¡YA...! ¡Deben de pensar que somos tontos! ¿Cómo iba a estar muerta si hablaba y todo?. Me llamo María y estas cosas me dejan muy extrañada, pero, como ya digo.... ¡A mí que me importa!
Ver Ficha