Hugo se distrae incluso con el sonido de las manecillas del reloj. De hecho, pasa tanto tiempo en la inopia que parece un pelón bobo. Y el hecho de que haya suspendido ya tres veces el mismo control no ayuda, que digamos. Así que cuando lo castigan a la Sala de Estudio, ese sitio adonde solo van los peores de los peores, sabe que no puede quejarse. Pero lo que no se espera es toparse allí con Gala, la chica más friki del cole, una obsesa de la robótica y un genio de la programación, discutiendo con el nuevo profe con pinta de pringao. Y todavía se espera menos verse involucrado en la batalla campal que han liado por culpa de un aparatejo con una pinta muy rara que Gala acaba de construir. Pero lo que seguro seguro que no espera es que ese robot les mande a los tres a la Edad Media... ¡Que alguien arregle a ese robot!

Ramón Lamote, profesor de chairego y dibujante de sueños, es ciertamente un personaje fuera de lo común; enfrente, el Regidor de la Ciudad es un personaje común, que busca el reconocimiento de los vecinos para su propia gloria.

Sara y las goleadoras es la historia de Sara, de su pasión por el fútbol y de cómo consigue entusiasmar a diez amigas. Todas -las once- comparten instituto, afición, amigos y enemigos... Probablemente, aprender a jugar no va a ser lo más difícil... Sara está muy harta de quedarse siempre fuera del equipo de fútbol... ¡No es justo! Furiosa, se propone convencer a sus amigas (y a cualquier otra chica del instituto que se deje) para que formen un equipo femenino. Y no sólo eso. Quiere plantar cara a los chicos y retarles a un partido... ¿Se va a quedar en una simple pataleta o va a seguir adelante?

Tona juega con las aves del corral en la granja de sus abuelos.

A través de este emocionante libro podemos descubrir lo que hace Ana cuando tiene miedo.