Ficha Libro


Color verde ladrón

Un cumpleaños, un zumo que parece radiactivo, una tarta que no es de nata, un collar que no le gusta a nadie, unos testigos que no han visto nada, un ladrón que no deja pistas...Erika, Manu, Carol y Álex son los detectives de la Lupa. Sí, sí, esos, los que se reúnen en un banco que huele a salchichón. ¿Y cuál es su siguiente caso? ¡Pues el asombroso robo del collar! ¿Estás listo para investigar? ¡Pon a punto tu ingenio! Abre los ojos en la oscuridad... Ningún caso se le resiste a la pandilla de la Lupa... ¿o sí?

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Como antes

Leo está recuperándose de una gripe y su madre aún no le deja salir de casa. Para no aburrirse se pone a ver un álbum de fotografías y comienza a recordar los buenos momentos que pasa con sus padres, con su hermana y con sus abuelos antes de que cambiaran las cosas.

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Cómo cambié mi vida

A Antón Kraszowski le sonó la flauta... o por lo menos el cervelas, un antiguo instrumento de viento. Ha conocido a una profesora de música que lo considera un niño prodigio. Antón no está muy seguro de querer ser visto como el próximo Mozart, pero sabe muy bien que quiere huir de su actual colegio y descubrir la historia musical oculta en el pasado de su abuela.

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Cómo cazamos al hombre del saco

El día que el abuelo de Daniel se va a vivir con él y sus padres, desaparecen la paz y la tranquilidad en casa. Boris -que así se llama el abuelo- es una anciano excéntrico que ve lo que nadie ve y dedica todo su tiempo libre a la caza de monstruos legendarios, como Godzilla o el Hombre Lobo. Una mañana, mientras Daniel se prepara para ir al colegio, el abuelo y el nieto ven por la ventana a un personaje siniestro: el Hombre del Saco. Así que el abuelo Boris decide cazarlo, pero, como está mayor, pide ayuda a su nieto para atrapar al monstruo y salvar a todos los niños del mundo de su terrible amenaza.

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Cómo como

Cómo como Comer es un goce. Lo hacemos, al menos, cinco veces al día: desayuno, comida y cena; con el bocadillo de media mañana, cuatro. Con la merienda, cinco. En ocasiones, además, picamos algo entre horas de la nevera. Parece que no hacemos otra cosa. De la relación entre la comida y la cocina da cuenta este libro de versos para abrir el apetito.

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