Hace muchos años, en el lejano Oriente, existió un relojero muy especial. Su trabajo era admirado por reyes y emperadores. Una vez tuvo un sueño y decidió hacerlo realidad...

A Berni no le gusta ir a la frutería. Porque el frutero es viejo y gruñón. Y tiene unas manos... Y tiene una barba... Y tiene unas espaldas... Con un cuento de elefantes, en el que también hay uno viejo y enorme, al que todos temen, pero que después resulta que es un buenazo, pacífico y simpático, la madre de Berni enseña al niño que las cosas no son siempre como parecen. Que son, casi siempre, distinto de como pensáis.

De pequeña, todos la conocían por Bibi. Entraba y salía de las casas de la urbanización como si fueran suyas. Los vecinos la compadecían por ser huérfana de madre y porque su padre, además de no trabajar, se pasaba gran parte del día borracho. El carácter alegre y abierto de la niña pone en el relato un fondo amable a un problema social duro, al que el autor ha sabido buscar solución sin provocar desgarros y amarguras.

Álex es un niño corriente que vive en una casa insólita. Junto con Migajas, su intrépido perro, y el encargado Bernardo, descubrirá el fascinante mundo de los insectos. Para hacerlo más divertido, curiosos compañeros de aventuras lo acompañarán por el jardín y por las habitaciones de la casa, transformadas para aprender curiosidades de los bichos.

La familia de Jorge, un niño vivaracho y con mucha fantasía, es alegre y acogedora. Acaban de mudarse a su nueva casa y alguien llama a la puerta... Aparece Bigote blanco-bigote Negro, un personaje rarísimo que al principio asusta a Jorge. Pero su curiosidad es aún mayor que su miedo...