
¡Qué nervios! Melvin no puede esperar a ir a la próxima convención de Superhéroes y Dulce se muerde las uñas porque le toca quedarse al mando durante la ausencia de su compañero de fatigas. Pero ese será el menor de sus problemas, dado que alguien va a robarle su capa, la fuente de sus superpoderes.
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