La historia de las Islas canarias está unida a su entorno natural y a la de sus antiguos pobladores. Antes de la conquista, los guanches era una civilización organizada en diferentes tribus. Ancor es el reflejo de esa historia.

Y, como se temía, Andrés se encontró dentro de la barriga del lobo feroz, que estaba dentro de la barriga del león hambriento, que estaba dentro de la barriga del oso salvaje, que estaba dentro de la barriga del dragón terrible, que estaba dentro de la barriga del ogro.

Cada mañana, Andrés se lo pasa bomba haciendo muecas frente al espejo del cuarto de baño. Cuanto más feas y difíciles, mejor. Pero un día, el Andrés del espejo no le devuelve el gesto, se queda quieto como una estatua. Ahora, Andrés tiene que reaccionar, y rápido, pues todo su mundo se está volviendo patas arriba.

En el primer relato, Ángela, que desea a toda costa tener un animal de compañía, se lleva a casa un perro que encuentra en la calle, y eso que sabe que no tiene el permiso de sus padres. En el segundo, Ángela se chiva a sus padres de las mentiras de sus horribles hermanos, y estos se la devuelven. Claro que ella también tiene sus planes para hacérselo pagar. En el tercero, Ángela se prepara para representar una obra de teatro con el chico que le gusta, Kevin Trufa, pero nada sale como esperaban.

En el primer relato, Ángela prepara un regalo para Kevin, pero sus odiosos hermanos se encargarán de que a Kevin se le quiten las ganas de volver a hablar con ella. En el segundo, Cloe le pide a Ángela que cuide durante el fin de semana de Pelusín, su conejo, sin saber que los hermanos de Ángela harían cualquier cosa con tal de fastidiar a su hermana, como convertir a Pelusín en un conejo de circo. En el tercer relato, la abuelita Chambar se lleva a los tres hermanos de vacaciones. Por suerte, mientras los chicos hacen nuevos amigos, la abuelita y Ángela se apuntan a un concurso de talentos.