¡Uauh! Durante el campeonato de fútbol sala de la ciudad, un cazatalentos se fija en Fabi y le ficha por el Bayern. Las cosas se complican cuando Las Fieras tienen que enfrentarse precisamente al Bayern en la final del campeonato. Sus amigos sólo pueden ganar si cuentan con él, el extremo derecho más rápido del mundo. ¿Qué decisión tomará Fabi?

Un nuevo compañero llega a la clase de Félix: Rocce, el hijo de un futbolista brasileño que juega en el Bayern. Todos lo reciben con los brazos abiertos excepto Félix, que lo encuentra de lo más engreído. Pero Rocce convence a cualquiera con su fútbol y, además, quiere jugar como sea con Las Fieras. Sin embargo, su padre, empeñado en que su hijo juegue con el Bayern, le prohíbe que forme parte de un equipo de chavales sin futuro. Las fieras se enfadan pero no se dejan intimidar: fundan un club, diseñan una camiseta y entrenan como locos para... ¡retar al Bayern de Munich!

Una noche de luna llena, un hombre misterioso es atacado por un enorme lobo... que resulta ser un elfo medio salvaje que vaga por el mundo en busca de una solución a su mal: la licantropía, una maldición que raramente afecta a los de su raza. A petición del hombre, Fenris el elfo comienza a contar su historia, una historia que se inicia poco antes de su nacimiento en el Reino de los Elfos y que lo llevará, después de un largo viaje, a la Torre, en el Valle de los Lobos.... Esta es la historia de Fenris, uno de los personajes principales de la trilogía de El Valle de los Lobos. En esta novela conoceremos sus orígenes y a las personas que fueron más determinantes en su vida, además de reencontrarnos con viejos conocidos, como Shi-Mae, el Maestro o incluso Aonia, la primera Señora de la Torre...

¡Felicity y las demás están en la recta final! Es sorprendente lo mucho que han cambiado a lo largo de estos años... Sin embargo, hay personas en la escuela que no olvidan el pasado, y los problemas no se harán esperar. ¡Torres de Malory anda más revuelto que nunca!

Charlie Gordon, un chico con discapacidad mental, cuenta en su diario, con palabras similares a las de un niño que empieza a escribir, las dificultades con las que se encuentra en el día a día. De pronto, unos científicos ven la posibilidad de operarle para lograr que sea un persona como las demás. También lo hicieron con Algernon, un ratoncillo de laboratorio, y la cosa funcionó. Pero, tiempo después, el ratoncillo empieza a experimentar cambios de conducta, hasta caer en un claro retroceso y morir. Charlie, que lo observa cada día, sabe lo que eso significa.