
Un buen día en que los cuentos paseaban tranquilamente por su encantadora ciudad, Pinocho le comentó a su compañero lo difícil que últimamente lo tenían con tanto juguete electrónico. Los niños apenas querían saber de ellos. Después de mucho debatirlo decidieron organizar una huelga de enormes repercusiones. El revuelo que se armó fue tan sonoro que hasta la policía tuvo que tomar medidas.
Ver Ficha