Ficha Libro


¡A mí qué me importa!

A veces a los mayores no hay quién los entienda. Fíjate: el otro día, mi abuela llegó a casa, dijo que venía muerta y se sentó en una silla.... ¡YA...! ¡Deben de pensar que somos tontos! ¿Cómo iba a estar muerta si hablaba y todo?. Me llamo María y estas cosas me dejan muy extrañada, pero, como ya digo.... ¡A mí que me importa!

Ver Ficha

¡A todo gas, Geronimo!

¡Por mil mozzarellas! Me habían escogido para una demostración de conducción segura, pero por desgracia tenía el permiso de conducir caducado. Sólo tenía siete días para sacarme uno nuevo, pero soy de esos que, al volante, no paran de hacer un desastre tras otro. ¡Por suerte encontré a Sol, «una» automóvil robot realmente superratónica, que me eligió a mí, precisamente a mí, para que fuese su conductor! ¡Ésta es la verdadera historia de nuestro primer encuentro!

Ver Ficha

¡Ay, cuando se lo cuente a Eugenia!

A Ana ya no le gustan los juguetes con los que se divertía hasta ahora. Está creciendo y le parece que no es muy guapa, pero está contenta porque cada día le trae nuevas sorpresas. En un viaje conoce a Adbullah, un chico con el que descubre otras formas de vida y resuelve casos emocionantes y peligrosos. ¡Ay, cuando se lo cuente a mi amiga Eugenia!

Ver Ficha

¡Ay, cuánto me quiero!

¡Ay, Cuánto quiero este libro! Porque es mío y de nadie más. Bueno, es cierto que tú puedes leerlo y hasta comprarlo, pero se trata de mi. Sí, reconozco que hay más personajes: una niña tímida, un par de amigos imaginarios y varios monstruos de la noche; pero yo soy el protagonista, el héroe. Mi autor debería estar orgulloso porque justo se le ocurrió el cuento de la mejor persona que ha existido: yo.

Ver Ficha

¡El amor hace daño, Valentín!

Los Perestrelo huyen a Oporto, donde alquilan una casa y rehacen su vida. Valentín busca a su antigua novia, pero, al verlo, ella se asusta y huye despavorida. Destrozado, vaga por la ciudad y conoce a la misteriosa Diana, que conquista su corazón. Sólo que su madre no se cansa de avisarle: «¡El amor hace daño, Valentín!». Entre tanto, Milhombres, el cazador de vampiros, descubre que los Perestrelo están en la ciudad; y la caza continúa. Finalmente, llega a casa de los Perestrelo un paquete sin remitente. Dentro, hay una caja de música. Tras darle cuerda, suena una extraña canción: «Mundo de Allá, Mundo de Allá/Hay otro mundo, desde luego que sí».

Ver Ficha

Más leídos

  • Los Colores
  • Mi primer Atlas
  • El país de los números
  • Antón y las chicas
  • En el corazón del bosque
  • Cua, el amigo de Tona