Ya es casi Navidad, tiempo de paz y amor... y de celebrar un montón de cosas. En la clase de Junie B. van a cantar villancicos, ¡pero es imposible divertirse cuando Maya no para de fastidiar! Y eso no es todo. Cuando el Profe hace el sorteo del amigo invisible, a Junie B. le toca.... ¡Así no hay quien disfrute del amigo invisible! ¿O a lo mejor sí?
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Junie B. Jones tiene un problema con el autobús de su nuevo cole. Además de ser incómodo y apestoso, Junie B. sabe de buena tinta que unos niños malísimos te tiran batido de chocolate por la cabeza cuando te montas en él. Y claro, sólo de pensarlo, un montón de hormigas empiezan a correr por tu tripa... ¡Necesita un plan superurgente para no subirse a ese autobús!
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A Junie B. Jones le ha pasado algo supertriste. El carahuevo de Jim ha invitado a su fiesta de cumpleaños a todos los de su clase... ¡menos a Junie B.! ¿Qué puede hacer ella ahora? ¿Celebrar su propio cumpleaños seis meses antes de la cuenta e invitar a todos menos a Jim? ¿O colarse como sea en la fiesta de ese niñato y llevarle un regalo bien original, como por ejemplo... una escobilla para el baño?
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Junie B. está a punto de empezar un nuevo curso. Deberá acostumbrarse a su nueva clase, a su nuevo profesor... ¡y a un montón de niños y niñas que son unos perfectos desconocidos! Aunque eso no es lo peor... Lo peor es que, cuando Junie B. mira lo que pone en la pizarra, no ve lo mismo que los demás. ¿Será que tiene que llevar... GAFAS?
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Junie B. Jones está segurísima de que hay un monstruo debajo de su cama. ¡Hay restos de babas en su almohada! Junie B. ya es mayor, y los mayores no babean en la almohada, ¿a que no? ¡Eso es cosa de bebés! Así que solo hay una explicación: un monstruo superbaboso se sube a su cama por las noches... ¡para ver si la cabeza de Junie B. le cabe en la boca!
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Debido a un malentendido, Junie B. Jones piensa que su nuevo hermanito no es que sea mono, sino que es un ¡MONO DE VERDAD! Por eso, decide aceptar regalos de sus mejores amigos para ver quién lo verá primero. Después de que Junie intenta reclamar los boletos de merienda que también ha conseguido, la espera la oficina de la directora.
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En el colegio de Junie B. Jones se celebra una feria con un montón de juegos, ¡y ella piensa ganarlos todos todísimos! (otra cosa es que lo consiga, claro). Cuando por fin logra ganar una prueba, la de los Pasteles Musicales, y su premio consiste en quedarse con el que más le guste, Junie B. elige uno "riquísimo"... ¿Cómo va a saber ella que, en realidad, el dichoso pastel es un arma peligrosa?
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¡Va a ser la fiesta de fin de curso! (o, como dice Junie B, la ceremomia de granuación, que es para celebrar que te haces supermayor y ya falta menos para que te salgan granos). La Seño reparte los trajes para la fiesta a todos los niños de la clase y les explica que, para que no se manchen, deberán tenerlos guardados hasta que llegue el gran día. ¿Será Junie B. capaz de aguantar toooodo ese tiempo sin probarse su preciosísimo traje?
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Junie B. Jones va a dormir por primera vez fuera de casa, ¡y nada menos que en el casoplón de su amiga Lucy! (Un casoplón es una casa tan grande que, por más que sople y sople, no podría tirarla ni el lobo de los tres cerditos). Junie B. está deseando ver todas las cosas chulísimas que habrá en ese lugar... ¡y también se muere por asistir a su primera fiesta de pijamas!
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En el cole de Junie B. Jones hay un niño nuevo. Se llama Warren y es...., bufsss ¡superguapo! Lucy enseguida decide hacerse su novia, pero a Claudia y a Junie B. les parece fatal. ¡Ellas no han tenido ni una sola oportunidad! ¿Cuál de las tres conquistará por fin a Warren el Superguapo? Aunque... ¿y si resulta que tener un amigo es incluso mejor que tener un novio?
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